RESTAURANTES QUE ENAMORAN.
Siguiendo con mi ánimo de aconsejar restaurantes donde se disfruta, hoy os voy a proponer un clásico de la gastronomía Zaragozana. Otro de esos que he dado en llamar "muchos pequeños", pero muy grandes en su intención, y que hacen que te sientas cómodo, como en casa. Fruto de ese trato hace que sigas probando sus propuestas.
LA BODEGA DE CHEMA.
Tengo claro que cuando se cita este nombre lo primero que se nos viene a la cabeza es el clásico cabrito asado al horno con sus patatas hechas al estilo tradicional. Siendo cierta esta asociación, porque ha sido el emblema de esta casa desde tiempos inmemoriales, no es menos cierto que de la mano de Carlos Ceperuelo en la cocina, las propuestas de este restaurante se han ido modernizando y renovando cada poco tiempo, lo que te permite volver sin miedo a repetir.
Si además, como es mi caso, te pones en las manos de Carlos y dejas que te sorprenda, el resultado puede ser increíble. Puede prepararte degustaciones con protagonismo de algún ingrediente que te hace de hilo conductor a lo largo de toda el menú. Un ejemplo por el que este chef profesa una devoción y la transmite en sus platos son las setas. Si es temporada sus platos pueden llegar a ser un vicio.
Este puede ser un buen ejemplo de lo que quiero transmitir.:
- Carpaccio de bonito, vinagreta de setas y queso gustoffer rallado
- Huevo poché con melanosporum, zócalo de patatas y boletus pinicola al ajillo
- Rebozuelos a la crema de Oporto y virutas de foie grass
- Chipirones y gambas salteados con seta Pie Azul y salsa agridulce de soja y sésamo



- Y podemos acabar con el consabido cabrito.
- Huevo poché con melanosporum, zócalo de patatas y boletus pinicola al ajillo
- Rebozuelos a la crema de Oporto y virutas de foie grass
- Chipirones y gambas salteados con seta Pie Azul y salsa agridulce de soja y sésamo




- Y podemos acabar con el consabido cabrito.
El final puede estar coronado con un sorbete de los muchos que te ofrecen.
- De limón
- De Gin Lemon
- De Mojito
Otra cualidad que hace que esta casa sea un referente es su bodega. Diego Abos en sala te explica los platos, te marida el menú , en este caso quiso que probáramos dos Cariñenas , que no lo pareceían, y te hace la velada más amable si cabe. Que dos Cariñenas no lo parezcan no quisiera que se entendiera ni como bueno ni como malo, sino distinto a lo que estamos acostumbrados. Dos vinos algo más arriesgados y que nos sorprendieron gratamente.
Dos Anayones, primero un Chardonnay fermentado en barrica y acabamos con un Selección, que deja fuera de juego la variedad garnacha para centrarse en Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Syrah.
Distintos y muy apropiados.
Por todo ello, por el trato del producto por parte de Carlos y por la amabilidad y profesionalidad de Diego en la sala, es por lo que La Bodega de Chema siempre es La Bodega de todos.
Bss.
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