domingo, 15 de junio de 2014

RESTAURANTES QUE ENAMORAN

Hola comensales y bebensales.

En mi ánimo de aconsejar aquellos sitios donde se disfruta en torno a una mesa, voy a proponer una serie de entradas en mi humilde blog a aquellos restaurantes de Zaragoza donde el trato y la calidad hacen que repitas. Aquellos "muchos pequeños", grandes en su concepción, que hacen que te sientas muy cómodo y tengas ganas de seguir probando sus propuestas. RESTAURANTES QUE ENAMORAN.

Hoy quiero hacer una mención especial al Restaurante Urola, en la calle san Juan de la Cruz, 9.
Sí, ya sé que no descubro nada. Recientemente incluso ha sido galardonado con el premio al mejor bocadillo de ternasco de Aragón en su 10ª edición. Pero mi visita data de antes. Data de un viernes 30 de Mayo.

Fuimos por confirmar las buenas referencias que teníamos y no nos defraudó en absoluto.
Miguel López al frente de la cocina da un trato exquisito al producto. Se nota que le gusta su trabajo y lo transmite en cada creación, en cada plato.

Para abrir boca se nos antojaron unas anchoas marinadas sobre una cama de tomate natural rallado, que el camarero nos aconsejó. Y doy fe que estaban riquísimas. 



Los primeros fueron ensalada tibia de perdiz en escabeche y  Pulpo a la parrilla con patata rota.
La ensalada aparentemente no decía nada. Un plato sencillo, con virutas de foie fresco y unas palomitas de maiz. Bien presentado. Pero cuando mezclabas todo aquello y el aliño que acompañaba a la perdiz entraba en juego, conseguia ensamblar todos los sabores y hacia de una ensalada un plato sabrosísimo. 
El pulpo a la parrilla, para mi gusto, merece una mención especial. Por favor, qué delicia. Tierno, con la textura adecuada, sin excesos, en su punto de sal y con esa patata rota coronada con una yema de huevo.....Sensacional!!! Fue romper la yema, bañar la patata, acompañarlo con el pulpo y la lágrima. Será inevitable repetir.



Quisimos que los segundos fueran pescados para guardarnos las carnes para otra ocasión.  Kokotxas de Bacalao en salsa verde y Rodaballo con brandada de bacalao y pistachos.
Las kokotxas estaban muy buenas, finas, muy bien presentadas, pero he de confesar que estoy acostumbrado a comerlas con cierta frecuencia en casa y a pesar de estar muy ricas no me sorprendieron. (Guiño al abuelo José Luis).
Pero el Rodaballo, señoras y señores, ese rodaballo estaba que hablaba. No he sido nunca fan de pescados gelatinosos y me tiré a la piscina por aquello de probarlo acompañado de la brandada y los pistachos. Que textura, que sabor a mar, como ganaba con la brandada entre lomo y lomo. Ese crujiente de los frutos secos,...........Espectacular!!!



  

Postre Coco, Ron y frutas rojas.
Mas vale una imagen que mil palabras.....si me ponen triple, triple que cae.......salivando.....



En lo que no acerté y fue culpa mía fue en el vino. Me dio por elegir un Martúe 2011, un blanco Chardonay con fermentación en barrica, que siendo fresco, goloso y elegante, creo que se queda un poquito corto en nariz y escaso en boca. Será que los que he probado me han dejado mejores recuerdos. Pero es justo decir que cumplió perfectamente con la lidia de ensaladas y pescados.




Salimos muy contentos. Buen sevicio, rápido y profesional.
Una carta que contempla 10 entrantes, 8 platos de cuchara, 6 pescados, 7 carnes y 6 postres de gran calidad. Todos frescos y tratados con mimo. En su carta de vinos no sé si hay una denominación que no esté representada. Para todos los gustos. Y todo esto sin hablar de las tapas que se pueden degustar en la barra.

Un sitio obligado para los que quieran tan sólo tapear o cenar de mantel en nuestra ciudad, Zaragoza.

Volveré sin duda.

Bss.