lunes, 21 de julio de 2014

LOUREIRO-VINHO VERDE


VINHO VERDE-LOUREIRO

Hola a todos de nuevo.

En esta ocasión os quiero rcomendar un vino para estas fechas de tanto calor. Se trata de un vinho verde, vino Portugués, elaborado con una variedad de uva que se cultiva casi en edxclusiva en galicia y noroeste de Portugar, la Loureiro.
Es una variedad escasa, muy aromática, que añade complejidad pero que acostumbra a participar en proporciones muy escasas. Existe también una Loureiro tinta que todavía escasea mas.

En este caso se trata de un monovarietal de esta uva, la loureiro blanca,  sin crianza, de la bodega Quinta de Gomáriz.






Es un vino que como les gusta decir a los portugueses presenta un color amarillo cítrico limón, brillante con ribetes verdosos. Muy, pero que muy bonito de color.

En nariz es un vino muy aromático, potente y complejo. Es un vino muy perfumado, con notas de hierbas en general y no sé si fue porque estaba debajo de uno, o porque el vino tenía realmente esos toques, pero predominaba el aroma característico de la hoja del laurel.

En boca es fresco, muy floral, cítrico, de muy poca graduación, pero muy alcohólico.  Toques dulzones (probablemente a miel). Tiene un final limpio y persistente.

Desde mi punto de vista es un vino que el carbónico, esa aguja que le hace aproximarse al concepto de espumoso, le da una consistencia, una frescura y una chispa (viveza) que hace que sea muy agradable al paladar.

Me imagino que maridará con todo tipo de entrantes, pescados, mariscos, etc....pero con lo que os aseguro que va perfectamente es con los arroces de estos mismos pescados y mariscos. Vino muy largo en boca. Merece la pena probarlo. Es diferente.




Gracias a mi amigo Roberto Morales (Masquegastronomía) por empeñarse en que pruebe "otras cosas". Al final igual acabamos sabiendo de vinos. Y si no "que nos quiten lo bailao".


"COMIENDOLO CON VINO, NO HACE DAÑO NI LO MAS DAÑINO"

domingo, 20 de julio de 2014

DESCUBRIENDO BODEGAS EDRA

Creo firmemente que el éxito en muchos proyectos está, siempre en la calidad, pero también en asumir riesgos, riesgos medidos pero riesgos, en la diferenciación, y sobre todo en la ilusión.

El otro día, catando unos quesos, nos maridaron la velada con dos vinos de una bodega, para mi desconocida, prueba de que son un neófito, de la Ribera del Gállego -Cinco Villas. Una bodega que intuyo familiar, por el trato tan cercano que nos dispensó su primer espada, Alejandro Ascaso. Estoy hablando de Bodega EDRA sita en la localidad de Ayerbe.


Fueron dos vinos uno blanco y otro tinto,  que ya sólo en la presentación de la etiqueta aventuraba un intento de vino novedoso. Bonito diseño que según nos comentaron era obra de la artista oscense Mª Pi Rivera.

                                           Ne Timeas I                                        Manos
                                          

El Blanco era el EDRA Blancoluz, variedad  Viognier. 
Y aquí empieza la sorpresa de este vino. Variedad Viognier,  una vid casi desconocida en el viñedo español, según me cuentan de difícil cultivo y que necesita de gran protección. Precisamente por este desconocimiento se etiqueta como Vino de Mesa. 
Un vino de color oro, con reflejos dorados, limpio y brillante.
En nariz me pareció potente, con aromas a fruta fresca, manzana, melocotón, aromas florales y algo de frutos secos.
En boca me pareció un vino con gran cuerpo y textura suave. Largo, con equilibrada acidez y ciertos toques tostados y florales. El final es dulzón.


El Tinto fue el Extra Syrah 2010. 
Nos encontramos delante de una picota con reflejos granate. 
Exhibe una nariz en la que predomina en primera instancia un aroma a fruta fresca que torna a madura muy compensada. Fruta roja y negra, con atisbos especiados y tostados bastante marcados.
En boca es fresco, sedoso, con toques torrefactos, donde se nota su paso por la madera. Largo postgusto. Fresco y Goloso. 

Dos vinos que gustaron y mucho. En mi humilde opinión, el Blanco es una excepcional oportunidad para iniciarse en la variedad Viognier.

Ambos maridaron bien con quesos, pero quiero pensar que el blanco con arroces, foies, pescados y mariscos  y el tinto con carnes, guisos o con algún plato de cuchara, a buen seguro harán la delicia de quien se atreva a probarlos. Animo. Seguro que no os decepcionan en absoluto.


¡¡¡ Chufla, chufla, que de Ayerbe ye !!!

Bss.


sábado, 19 de julio de 2014

RESTAURANTES QUE ENAMORAN (II)

RESTAURANTES QUE ENAMORAN.

Siguiendo con mi ánimo de aconsejar restaurantes donde se disfruta, hoy os voy a proponer un clásico de la gastronomía Zaragozana. Otro de esos que he dado en llamar "muchos pequeños", pero muy grandes en su intención, y que hacen que te sientas cómodo, como en casa. Fruto de ese trato hace que sigas probando sus propuestas. 

LA BODEGA DE CHEMA. 

Tengo claro que cuando se cita este nombre lo primero que se nos viene a la cabeza es el clásico cabrito asado al horno con sus patatas hechas al estilo tradicional. Siendo cierta esta asociación, porque ha sido el emblema de esta casa desde tiempos inmemoriales, no es menos cierto que de la mano de Carlos Ceperuelo en la cocina, las propuestas de este restaurante se han ido modernizando y renovando cada poco tiempo, lo que te permite volver sin miedo a repetir.
Si además, como es mi caso, te pones en las manos de Carlos y dejas que te sorprenda, el resultado puede ser increíble. Puede prepararte degustaciones con protagonismo de algún ingrediente que te hace de hilo conductor a lo largo de toda el menú. Un ejemplo por el que este chef profesa una devoción y la transmite en sus platos son las setas. Si es temporada sus platos pueden llegar a ser un vicio. 
Este puede ser un buen ejemplo de lo que quiero transmitir.:

- Carpaccio de bonito, vinagreta de setas y queso gustoffer rallado
- Huevo poché con melanosporum, zócalo de patatas y boletus pinicola al ajillo
- Rebozuelos a la crema de Oporto y virutas de foie grass
- Chipirones y gambas salteados con seta Pie Azul y salsa agridulce de soja y sésamo

               
                             
                                               

- Y podemos acabar con el consabido cabrito.



El final puede estar coronado con un sorbete de los muchos que te ofrecen. 
- De limón
- De Gin Lemon
- De Mojito

Otra cualidad que hace que esta casa sea un referente es su bodega. Diego Abos en sala te explica los platos, te marida el menú , en este caso quiso que probáramos dos Cariñenas , que no lo pareceían, y te hace la velada más amable si cabe. Que dos Cariñenas no lo parezcan no quisiera que se entendiera ni como bueno ni como malo, sino distinto a lo que estamos acostumbrados. Dos vinos algo más arriesgados y que nos sorprendieron gratamente. 





Dos Anayones, primero un Chardonnay fermentado en barrica y acabamos con un Selección, que deja fuera de juego la variedad garnacha para centrarse en Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Syrah.
Distintos y muy apropiados.

Por todo ello, por el trato del producto por parte de Carlos y por la amabilidad y profesionalidad de Diego en la sala, es por lo que La Bodega de Chema siempre es La Bodega de todos. 

Bss.