lunes, 16 de junio de 2014

PROBANDO OTROS VINOS - SAMITIER ROBLE 2011

Buenas a comensales y bebensales,

Estaba yo leyendo la revista GASTRO Aragón de estos meses Junio/Julio cuando en la página 32, Fernando Mora, en su artículo Mirar más allá, nos anima entre otras cosas a buscar el vino, nuestro vino para cada ocasión sin caer en tópicos y valorando la pluralidad, el origen y la tierra de cada uno, cuando leo al final de su escrito que nos aconseja descubrir el Samitier Roble 2011.

Hace unas semanas probé este vino de Bodegas Augusta Bilbilis 2011, en una cata donde por mis prejuicios salía como claro perdedor y me explicaré. En el ruedo cuatro vinos, dos mencías que antes de empezar ya se habían ganado al publico por su novedad, presencia y trapío y dos garnachas, un Baltasar Gracián Cepas Viejas de Bodegas San Alejandro de Miedes DOP Calatayud y este Samitier 2011 Roble. Como entendereis, así sin mas, a priori,  era caballo perdedor.

La lidia se desarrolló como era de esperar relegando a este Samitier, por desconocido, a un puesto secundario. De entre los que allí nos dimos cita hubo una persona, sobre todas las demás, sin grandes pretensiones, que hizo una defensa a ultranza de este tinto y quiso que este vino diera una última vuelta al ruedo. Cayó simpático y al final fue indultado para darle una segunda oportunidad. Bendita segunda oportunidad. En los vinos no siempre la primera impresión es la única que cuenta.
Cual es mi sorpresa cuando ayer mismo, esta misma persona, me trajp a casa una cajica de 6 de este vino. Es entonces cuando me acuerdo del artículo y sin mayor dilación me dispongo a catarlo nuevamente. Esta vez por sí mismo y sin compararlo con ningún otro.




SAMITIER ROBLE 2011
BODEGAS AUGUSTA BILBILIS, en Mara (Calatayud)
DOP CALATAYUD 
Variedad: Garnacha Tinta.

Como dato:  el 2009 fue Bacchus de Oro 2013 y Zarcillo de oro 2013 y este Roble 2011 ha sido medalla de Oro en el concurso de garnachas del mundo 2014.

Es un vino con un color rojo picota espectacular, muy brillante, atractivo y muy limpio.
Es elegante en nariz, mucha fruta roja, frambuesa, mezclada con frutas negras maduras y toques balsámicos.
Aparece ese monte bajo tan característico, romero, regaliz....que ensambla perfectamente con su crianza en madera. Es como si te limpiara la boca y te animara a seguir. Es un vino muy jugoso, redondo, goloso y muy frutal. Aconsejo servirlo fresquito. Sencillo y fácil de beber.
 (¡¡¡Ojo, sencillo y fácil de beber!!!) . 
Ferrán Centelles, salvo error el que fuera sumiller del Bulli, ya lo definió como un bombón de vino.

Es una Garnacha centenaria a la par que moderna, que para entenderla tenemos que entender que la uva se recoge en situaciones extremas, en viñedos entre 650 y 1000 metros de altitud, según nos comentó nuestro buen amigo Ismael Ardid. Es una bodega que encaja en la definición de artesanal, joven (fundada en el 2006), con pocas barricas y cuyo control de la temperatura es natural, sabiendo que la excavación baja hasta 15 metros bajo tierra.

Si no entramos en ulteriores comparaciones con otros vinos, pensando que cada uno tiene su propia personalidad, tengo que reconocer que ha sido un descubrimiento.

Gracias Begoña por tu insistencia.

"¿Qué tendré, madre, que el buen vino bien me sabe?"

Bss.


domingo, 15 de junio de 2014

RESTAURANTES QUE ENAMORAN

Hola comensales y bebensales.

En mi ánimo de aconsejar aquellos sitios donde se disfruta en torno a una mesa, voy a proponer una serie de entradas en mi humilde blog a aquellos restaurantes de Zaragoza donde el trato y la calidad hacen que repitas. Aquellos "muchos pequeños", grandes en su concepción, que hacen que te sientas muy cómodo y tengas ganas de seguir probando sus propuestas. RESTAURANTES QUE ENAMORAN.

Hoy quiero hacer una mención especial al Restaurante Urola, en la calle san Juan de la Cruz, 9.
Sí, ya sé que no descubro nada. Recientemente incluso ha sido galardonado con el premio al mejor bocadillo de ternasco de Aragón en su 10ª edición. Pero mi visita data de antes. Data de un viernes 30 de Mayo.

Fuimos por confirmar las buenas referencias que teníamos y no nos defraudó en absoluto.
Miguel López al frente de la cocina da un trato exquisito al producto. Se nota que le gusta su trabajo y lo transmite en cada creación, en cada plato.

Para abrir boca se nos antojaron unas anchoas marinadas sobre una cama de tomate natural rallado, que el camarero nos aconsejó. Y doy fe que estaban riquísimas. 



Los primeros fueron ensalada tibia de perdiz en escabeche y  Pulpo a la parrilla con patata rota.
La ensalada aparentemente no decía nada. Un plato sencillo, con virutas de foie fresco y unas palomitas de maiz. Bien presentado. Pero cuando mezclabas todo aquello y el aliño que acompañaba a la perdiz entraba en juego, conseguia ensamblar todos los sabores y hacia de una ensalada un plato sabrosísimo. 
El pulpo a la parrilla, para mi gusto, merece una mención especial. Por favor, qué delicia. Tierno, con la textura adecuada, sin excesos, en su punto de sal y con esa patata rota coronada con una yema de huevo.....Sensacional!!! Fue romper la yema, bañar la patata, acompañarlo con el pulpo y la lágrima. Será inevitable repetir.



Quisimos que los segundos fueran pescados para guardarnos las carnes para otra ocasión.  Kokotxas de Bacalao en salsa verde y Rodaballo con brandada de bacalao y pistachos.
Las kokotxas estaban muy buenas, finas, muy bien presentadas, pero he de confesar que estoy acostumbrado a comerlas con cierta frecuencia en casa y a pesar de estar muy ricas no me sorprendieron. (Guiño al abuelo José Luis).
Pero el Rodaballo, señoras y señores, ese rodaballo estaba que hablaba. No he sido nunca fan de pescados gelatinosos y me tiré a la piscina por aquello de probarlo acompañado de la brandada y los pistachos. Que textura, que sabor a mar, como ganaba con la brandada entre lomo y lomo. Ese crujiente de los frutos secos,...........Espectacular!!!



  

Postre Coco, Ron y frutas rojas.
Mas vale una imagen que mil palabras.....si me ponen triple, triple que cae.......salivando.....



En lo que no acerté y fue culpa mía fue en el vino. Me dio por elegir un Martúe 2011, un blanco Chardonay con fermentación en barrica, que siendo fresco, goloso y elegante, creo que se queda un poquito corto en nariz y escaso en boca. Será que los que he probado me han dejado mejores recuerdos. Pero es justo decir que cumplió perfectamente con la lidia de ensaladas y pescados.




Salimos muy contentos. Buen sevicio, rápido y profesional.
Una carta que contempla 10 entrantes, 8 platos de cuchara, 6 pescados, 7 carnes y 6 postres de gran calidad. Todos frescos y tratados con mimo. En su carta de vinos no sé si hay una denominación que no esté representada. Para todos los gustos. Y todo esto sin hablar de las tapas que se pueden degustar en la barra.

Un sitio obligado para los que quieran tan sólo tapear o cenar de mantel en nuestra ciudad, Zaragoza.

Volveré sin duda.

Bss.
  


domingo, 1 de junio de 2014

¿VINOS EXTREMEÑOS? ¿Y POR QUÉ NO?

¿VINOS EXTREMEÑOS? ¿Y POR QUÉ NO?

En mi modesto afán de conocer otras denominaciones que no sean las clásicas de Rioja, Ribera, o todas las que tenemos por Aragón, que son buenas y variadas, cayó en mis manos una botella de este vino que ahora os presento gracias a la inestimable ayuda de mi buen amigo Roberto Morales de Masquegastronomía.com

Se trata del HABLA DEL SILENCIO de bodegas Habla en Trujillo.



El Habla del silencio se podría decir que es el hermano pequeño de la bodega, pero considero que es muy buena opción para conocer los vinos extremeños y concretamente de esta bodega. 

Tiene un color muy bonito, denso, casi púrpura. De lágrima espectacular. Recomiendo decantar.
De entrada aconsejo que se sirva unos grados por debajo de la temperatura históricamente aceptada como optima para los tintos. Perderemos inicialmente matices, lo sé, pero ganaremos en su entrada en boca, fresca y amplia. La intención es dejar que evolucione en copa tras una primer toma. El vino se abrirá y es entonces cuando percibiremos todos sus aromas.
Al principio los aromas son a frutas rojas y negras, frambuesas, grosellas, para ir dando paso más tarde a lácteos, incluso cierto mineral. Tras unos minutos y en copa agitada, el vino se abre y los matices son inmensos, especiados, nuez moscada, pimienta y se adivinan los tostados.
En boca, lo primero que hay que decir es que es fácil de beber. Tiene una entrada fresca, potente, con buena acidez. Es untuoso, suave y con un final largo. De taninos dulces pero algo astringente sin ser molesto para nada.

Syrah, Cavernet Sauvignon y Tempranillo
6 meses en barrica de roble francés.


Sorprendente de verdad, mas que nada porque estamos hablando de Extremadura como terroir de vinos. Que no digo yo que no se hayan elaborado toda la vida pero que para el común de los mortales seguramente hace unos años hubiera causado escepticismo si no rechazo directamente. 
Según me cuentan Bodegas Habla nace allá por el 2000, como proyecto de vanguardia y con la intención de revolucionar el concepto de los vinos en Extremadura. Tierras de pizarra, poco fértiles y exigentes.
Si este es uno de los hermanos pequeños de la bodega ya tengo ganas de ir catando los mayores.
Id numerándolos Habla 1, Habla 2,..........., Habla 12, hasta donde lleguemos.

Dará que......HABLAR !!!

Bss.